De tu voz, de tu abrazo tierno, de tu sonrisa… nostalgia de tu incansable humor y tus frases célebres. Nostalgia hasta del reflejo de tu mirada triste, de tu inmensidad, de la paradoja inacabable de tus pensamientos.

Cuando percibo el hueco profundo de tu ausencia, me doy cuenta que me haces falta, que no son suficientes los recuerdos que tan celosamente guardo de ti para recuperarte, para saber que continúas viviendo en mi memoria.

Es complicado comprender los designios de la vida y solo puedo agradecer profundamente que nuestros caminos se entrelazaran en algún momento perdido en el infinito. Quizá esa chispa brillante de tu existencia era tan exclusiva como efímera, posiblemente debería estar feliz por que tuve la suerte de formar parte de tu historia… Pero es tan difícil, ¿Cómo puedo compensar tu ausencia, como puedo sustituirte?, es imposible no llorar, es imposible silenciar el susurro recurrente de tu abandono temprano.

Llegaste, transformaste mi pequeño mundo, abriste ante mí un universo de posibilidades… Y aquí estoy ahora, intentando no perderme, es tan grande sin ti todo este vacío… No hay manera, no hay olvido, no hay recuerdo que valga para volver atrás el camino perdido…

Feli